Terapia familiar

La Terapia Familiar es una forma de entender la terapia según la cual el todo es más que la suma de las partes. ¿Qué quiere decir esto? Que las familias y parejas son como un engranaje, en el que el movimiento de una de sus piezas supone inevitablemente el movimiento de las demás. 

A menudo en las familias se señala a uno de los miembros como culpable del malestar familiar, y se trata de buscar una solución enviándole a terapia. Sin embargo esto no funciona, porque este miembro simplemente se ocupa de dar la luz de alarma de que algo no funciona bien en el sistema y por tanto no lo puede resolver cambiando por sí sólo. El trabajo con todos los miembros de la familia permite tener una comprensión más amplia de lo que ocurre, quitar el foco de ese portador del síntoma y ampliar la mirada para ver y comprender todo lo que está en juego: la historia familiar, los valores heredados, la forma de comunicar, los secretos, las proyecciones, los asuntos sin resolver, la dificultad para aceptar al/a otro/a como es o las necesidades de cada etapa de vida… un sinfín de elementos que nos permiten entender y reconocer a las y los demás. 

La Terapia Familiar tiene mucha potencia y a menudo requiere de procesos más cortos porque permite movilizar a todos los miembros de la familia al mismo tiempo. El acompañamiento de una profesional permite generar un lugar seguro donde cada persona pueda comunicar su sentir, su necesidad y su pensar, y acercarse a la forma de sentir y pensar de los y las demás. Un camino para aprender nuevas formas de comunicar y recuperar el contacto emocional.